JUAN 9:31: Y sabemos que Dios no oye a los pecadores; pero si alguno es temeroso de Dios, y hace su voluntad, a ése oye.
La Biblia enseña que existen tres clases de temor: a) El temor destructor originado por el diablo, el cual debemos desechar de nuestras vidas y b) El temor natural que nos protege del mal o un accidente y c) El temor de Dios, el cual es originado por la santidad de Dios, que hace que lo reverenciemos, adoremos como el Rey de reyes y Señor de señores con una vida de santidad y obediencia.
El pasaje de hoy nos dice que Dios escucha la oración de aquellos que le temen y hacen su voluntad. La respuesta a la oración es patrimonio exclusivo de los hijos que le temen a Dios.
Temer a Dios no significa vivir bajo condenación y ver a Dios como malo, sino que el temor de Dios es el resultado de contemplar su santidad, su grandeza. El es tan grande y poderoso que vale la pena obedecerle y servirle, vale la pena serle fiel todo el tiempo.
El temor de Dios es el que nos hace caminar en santa fidelidad para con el Señor. Dios premia siempre a los fieles, y uno de esos galardones es recibir respuesta a sus oraciones. Quizás usted en este tiempo está turbado porque no está recibiendo respuesta alguna a sus oraciones. ¿Se ha puesto a pensar, y a evaluarse a sí mismo, si en su vida existe verdadero temor reverente a Dios? ¿Es usted una persona temerosa de Dios? El pasaje de hoy dice que El escucha a los temerosos.
CONFESIÓN DE FE:
DECIDO VIVIR BAJO EL TEMOR DE DIOS CADA DIA DE MI VIDA
ORACIÓN:
Gracias Jesús porque en tu temor hay verdadera libertad, en tu temor puedo mantenerme fiel. Ayúdame cada día a ser temeroso de ti. Amén.
El pasaje de hoy nos dice que Dios escucha la oración de aquellos que le temen y hacen su voluntad. La respuesta a la oración es patrimonio exclusivo de los hijos que le temen a Dios.
Temer a Dios no significa vivir bajo condenación y ver a Dios como malo, sino que el temor de Dios es el resultado de contemplar su santidad, su grandeza. El es tan grande y poderoso que vale la pena obedecerle y servirle, vale la pena serle fiel todo el tiempo.
El temor de Dios es el que nos hace caminar en santa fidelidad para con el Señor. Dios premia siempre a los fieles, y uno de esos galardones es recibir respuesta a sus oraciones. Quizás usted en este tiempo está turbado porque no está recibiendo respuesta alguna a sus oraciones. ¿Se ha puesto a pensar, y a evaluarse a sí mismo, si en su vida existe verdadero temor reverente a Dios? ¿Es usted una persona temerosa de Dios? El pasaje de hoy dice que El escucha a los temerosos.
CONFESIÓN DE FE:
DECIDO VIVIR BAJO EL TEMOR DE DIOS CADA DIA DE MI VIDA
ORACIÓN:
Gracias Jesús porque en tu temor hay verdadera libertad, en tu temor puedo mantenerme fiel. Ayúdame cada día a ser temeroso de ti. Amén.